jueves, 15 de abril de 2010

Carta Dirigida de Dª. Mª Dolores Cabo Melián

Por petición de la Vicepresidenta de esta A.P.A., que nos hace llegar unas lineas,solicita sean publicadas en nuestro blog, para aclarar ciertos malos entendidos, viendo el contenido de la misma, me uno a ella, apoyandola y estando de acuerdo con lo que expone:

Mi nombre es Maria Dolores Cabo, actualmente vicepresidenta y tesorera de la APA La Inmaculada:

Desde hace 14 años soy madre de alumna del Colegio Jaime Balmes. La trayectoria académica de mis hijas durante este tiempo ha sido sobresaliente, siempre he presumido de tenerlas en un centro donde el personal educativo está altamente preparado y jamás he tenido grandes problemas, sólo casos puntuales que se han tratado en su momento.

Cuando mi hija mayor entró en el Centro éste no pasaba por su mejor momento, era privado. En aquellos tiempos los padres si tenían que pagar por la educación de sus hijos preferían hacerlo en un colegio bilingüe. Yo aposté por este Colegio, había un equipo directivo que desde mi punto de vista tenía grandes posibilidades de sacarlo a flote, consciente de que había pocos medios y mucho trabajo por hacer.

Durante los últimos cinco años he formado parte de esta asociación de forma activa porque, aunque desde el punto de vista educativo he estado totalmente satisfecha, apreciaba que había carencias importantes en el centro y yo pensaba que era necesario que me implicara.

Soy una persona bastante emprendedora y optimista, así que otra madre y yo emprendimos nuestra lucha por hacer cosas nuevas e interesantes, cargando como mulas día tras día con el material para dar clases de teatro, porque inicialmente no teníamos un lugar concreto donde desarrollar nuestro trabajo.

Intenté implicar a más padres en el proyecto, siendo incluso cansina, y algunos, cuando pudieron, participaron.

Mi lucha siempre fue por favorecer al colegio, dando el máximo de mí, porque si se quiere mejorar hay que trabajar.

Siempre se me había acusado de hacer las cosas en vez de exigir que se hicieran, pero sigo pensando, aunque aún no se vean los resultados, que para recibir también hay que dar.

Desde el año pasado, se incorporó al equipo Eva Díaz, actual Presidenta. Una persona con carácter, iniciativa, trabajadora y buena compañera, que ha sido una inyección de energía para la APA, y este año hemos llegado a ser nueve los componentes de la Junta Directiva.

Al ser un equipo más grande podemos abordar más temas, y al abrirse el abanico tenemos más conocimiento de la problemática del centro y por consiguiente, más obligaciones con nuestros asociados.

Mi capacidad negociadora hasta el año pasado fue mediocre, porque de 20 solicitudes que hacía conseguía una o dos, aún así iba conservando la fe.

Fue en el mes de enero de este año cuando las relaciones con la Dirección del centro se enrarecieron, aún no entendemos el motivo porque no se nos ha dado una razón inteligible.

Nos comentó la dirección que los profesores estaban molestos porque pasábamos en el colegio mucho tiempo, ¿cómo vamos a hacer nuestro trabajo si no estamos allí? y que la celebración del día de la Paz, que se preparó en una semana, estaba descoordinada.

Razones de muy poco peso para que se nos desacredite y se nos arrincone, como así lo hicieron.

Por esos motivos, sumados a la negativa, por vía dictatorial, de algunas solicitudes de la asociación, tanto Eva como yo decidimos dejar de negociar, y que los padres actuaran como ellos decidieran.

Ni la Presidenta, ni yo tenemos la más mínima intención de destruir la imagen de los profesores, a los que respetamos y nos consta su valía profesional y personal, sería una incoherencia dada la trayectoria realizada hasta ahora. No nos dedicamos a “mal meter” a nadie en contra del Colegio para que se lleven a los niños, eso no tiene sentido, no nos reporta ningún beneficio.

Los padres del centro tienen libertad a la hora de decidir mantener a los niños en el centro, presentar denuncias donde quieran, y tomar las demás medidas que estimen oportunas, y nosotras estamos obligadas a actuar según la decisión de la mayoría de los padres, sin que ello implique que la presidenta y yo seamos las responsables totales y absolutas.

Con el curso acabará nuestra participación en la APA, de donde nos vamos con la tranquilidad de haber actuado siempre por el bienestar de los niños, con honestidad y respeto hacia todos, pero con la tristeza de no haber sido siempre correspondidas.

Espero que lleguen mejores tiempos, por el bien de todos, sin confrontaciones, con diálogo y sin olvidar que todos somos merecedores de la presunción de inocencia.

Fdo.: Loly

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